Dirigido a la mujer; adicionado con isoflavonas de soya, te ayudará a mantener tu peso. Contribuye a fortalecer tus uñas, proporcionar una mayor sedosidad a tu cabello y una mejor hidratación a tu piel, suavizando líneas de expresión y estrías.

Las Isoflavonas de Soya son una opción natural para corregir los cambios hormonales que se presentan en la mujer durante la menopausia, sin los efectos colaterales que se observan con los tratamientos a base de estrógenos sintéticos.

Las Isoflavonas son muy similares a los estrógenos del propio organismo, aunque tienen solo una milésima parte de su potencia. Las Isoflavonas desplazan a algunos de los estrógenos más potentes de las células, impidiéndoles desencadenar cambios precancerosos en la mama y el útero, por ejemplo. Las Isoflavonas pueden también engañar al organismo haciéndole pensar que tiene muchos estrógenos a mano, reduciendo así la producción de estrógenos. Por otro lado , si los niveles de estrógeno
del organismo son bajos, las Isoflavonas pueden realmente proporcionar
beneficios similares a los estrógenos para el corazón y huesos.

Dirigido a deportistas casuales y de alto rendimiento; adicionado con una aminoácido esencial (L-triptófano), te auxilia en el mantenimiento de músculos, huesos y articulaciones, contribuyendo a lograr un mejor rendimiento a la práctica constante del deporte.

El L-triptófano Es un aminoácido esencial, lo cual significa que el cuerpo no lo puede producir y se debe obtener de la alimentación. Ayuda a que el organismo elabore sus propias proteínas. El cuerpo utiliza el triptófano para ayudar a producir la niacina y la serotonina. Esta última se cree que produce un sueño saludable y un estado de ánimo estable.

El triptófano es muy útil en problemas de obesidad donde el componente ansioso sea muy importante (por ejemplo en bulimias). El triptófano ayuda a que la serotonina controle el apetito evitando así la típica ansiedad por la comida, sobre todo en aquellas personas que no pueden dejar de comer todo el día.

Dirigido a adultos y personas mayores; adicionado con vitamina C. Contribuye a enriquecer la vitalidad y fortaleza necesaria para cada día. Ayuda a fortalecer huesos, cartílagos, ligamentos y a conservar sana la piel ojos, uñas y cabello.

La vitamina C es un poderoso antioxidante. Puesto que nuestro cuerpo no produce vitamina C, debemos incorporarla a través de los alimentos o complementos. Encontramos los siguientes beneficios:

• Mejora la visión y previene la aparición de cataratas o glaucoma.
• Neutraliza los radicales libres, evitando así el daño que los mismos generan en el organismo. Y hace que elimine sustancias tóxicas del organismo.
• Protege ante el humo del cigarrillo, mejora el sistema inmune, se utiliza en pacientes sometidos a radio y quimioterapia.
• Es antibacteriana, por lo que inhibe el crecimiento de ciertas bacterias dañinas para el organismo.
• Reduce las complicaciones derivadas de la diabetes tipo II.
• Disminuye los niveles de tensión arterial y previene la aparición de enfermedades vasculares.
• Tiene propiedades antihistamínicas, por lo que es utilizada en tratamientos antialérgicos, contra el asma y la sinusitis.
• Ayuda a prevenir o mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis.
• Aumenta la producción de estrógenos durante la menopausia, en muchas ocasiones esta vitamina es utilizada para reducir o aliviar los síntomas de sofocos y demás.
• Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.